Este señuelo atrapa tanto a los bajos grandes de boca grande como de tamaño pequeño. Funciona a velocidades de rastreo super lentas que no se pueden escuchar la cola, solo las pequeñas cuentas de vidrio que chisporrotean en el interior mientras la cabeza se balancea hacia adelante y hacia atrás con cada giro de la cola.
Es acelerarlo y arrojar agua como un buggy pantanoso, tiene el mismo sonido profundo, hueco, que es lo que hace atrapar al pez.
Igual que el original, es ideal trabajar con el, en extensiones grandes; su capacidad para trabajar al mayor rango posible de velocidades lo convierte en una gran herramienta para sintonizar velocidades y ritmos más productivos.
La cola está perfectamente sintonizada, es flexible y se mantiene perfectamente afinada siempre.