Es un artificial con una natación muy buena, con un wobbling muy marcado y una alta emisión de vibraciones por su natación y por su sonajero interior que ayuda a ser localizado con mayor facilidad para los peces.
El Sculpo trabaja a una profundidad entre 2-2.5 metros y gracias a su fuerte babero fabricado en policarbonato de alta resistencia nos permite usarlo en fondos accidentados llenos de ramas y piedras.